Rivera saca pecho
“Nos han plagiado aquellos que nos acusan de no tener programa“
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¡Paco!... ¿que viene la Pantoja?
Esa fue la exclamación de una ciudadana de Sant Esteve de Sesrovires ayer tarde, media hora antes de la llegada de Albert Rivera al acto donde tenía que asistir, después de ver como una pequeña, bonita y acogedora localidad de la cercanía de Martorell, en poco tiempo había sido tomada por las fuerzas del orden y los medios de comunicación. En una imagen similar a la que tenemos de Marbella en verano, los habitantes de esta localidad no habían visto tantas cámaras de televisión juntas en toda su historia, total para grabar un conato de acto reivindicativo, que ni acabó siendo una manifestación, ni tampoco silenciosa como habían apuntado sus convocantes. Hubo más policía y curiosos que manifestantes.
Fue un show más propio de un “gag” de Los Morancos, con manifestantes disfrazados, caretas blancas, velas encendidas y una caja de cartón ejerciendo tareas de presunta caja mortuoria, en una parodia de procesión carnavalera llevada a su máxima expresión. No consiguieron su objetivo por tanto, de coaccionar a quienes tenían ganas de asistir al acto libremente. La actuación de estos “manifestantes apolíticos” fue un teatrillo de urbanización, que sólo secundaron 100 personas según la organización, 50 según la Guardia urbana y 8 o 9 según se aprecia en las fotografías.
Desgraciadamente como viene siendo habitual, ayer se volvió a producir un intento de boicot a Ciutadans, que en las últimas semanas ha vivido las amenazas de varios de sus miembros y que bajo el amparo de las fuerzas del orden, tuvieron que preparar la presentación ante la atónita mirada de transeúntes y curiosos. Con un dispositivo policial más propio de la “Operación Malaya” marbellí, arranco a las 19.15 la cabecera de la manifestación “silenciosa” y “apolítica” convocada por tan pintorescos sujetos. La pancarta la llevaban 3 personas. Cualquiera que pasara por allí despistado y desconociera los motivos de la marcha, seguramente se hubiera inclinado a pensar que el carnaval había llegado de nuevo a la ciudad, que había un festival de disfraces o un concurso de chirigotas. A tenor de los disfraces y las pintas de los manifestantes parecía a lo sumo, la grabación del próximo largometraje de Javier Cárdenas.
Si lo que buscaban los convocantes de la marcha era repercusión, desde luego que lo consiguieron. Atrajeron la presencia de los medios informativos, alegraron la tarde a todos los curiosos que allí se congregaron con su versión del “entierro de la sardina”, tuvieron su minuto de gloria y sobretodo dieron una imagen proporcional a sus capacidades de razonamiento, respeto y tolerancia.
La llegada de Albert Rivera a la localidad fue de órdago. Bajo del coche oficial impoluto, ataviado con traje, corbata y si bien es cierto que se pudo oír algún improperio de fondo que rompía la catalogación de acto “silencioso”, al presidente de Ciutadans le tocó escuchar más piropos del personal femenino aposentado en los parques infantiles y en las terrazas de los bares de la zona que los tímidos gritos de cualquiera de la decena de pintorescos manifestantes que no pasaron de la mera anécdota. Para más recochineo aún, quedó reflejado el “buenas tardes” que dedicó Rivera a los manifestantes que quedó recogido por las cámaras de televisión. Mucho ruido y pocas nueces por tanto, en una concentración que estaba convocada para ser multitudinaria y que al final delató la capacidad intelectual de cada uno.
El acto de presentación de José Luís Sendino como candidato de Ciutadans en Sant Esteve de Sesrovires, estaba programado para las 19.30 de la tarde y comenzó con un breve retraso. Con una sala abarrotada y una gran cobertura de medios, se consiguió el objetivo del acto que no era otro que trasladar a los ciudadanos el proyecto de ciudad que reivindica este partido. Como no, el tema estrella fue el plagio sufrido por el programa de Ciutadans a manos de los socialistas canarios y las disculpas públicas del ministro López Aguilar. “Es lamentable. Tiene guasa que un partido centenario como el PSOE tenga que copiarle el programa a otro partido que no tiene ni un año. Es de risa “, apunto Rivera sacando pecho sobre la calidad del programa que defiende y su utilización por parte de otros partidos de manera ilícita para ganar votos.
“Si hubiéramos sido nosotros, nos hubieran crucificado, seguramente nos hubieran pedido abandonar el parlamento y Cataluña”. Esa es la sensación que deja en Ciutadans el hecho, teniendo en cuenta el trato mediático de desprecio que recibe el partido en su vida cotidiana, teniendo únicamente fugaces apariciones, siempre condicionadas a si hay polémica o no, en actos paralelos a los méramente políticos.
Rivera, que no escondió la satisfacción que le produce que los programas de su partido sean tomados en cuenta por otros, aprovechó para cargar contra el Partido socialista de Catalunya, al cuál acusó de no tener programa propio “El hecho de que el PSOE canario nos copie a nosotros en vez de al PSC, deja en evidencia la pobreza de su programa. Nuestro programa se puede extrapolar a cualquier lugar de España, el del PSC no le vale ni a sus propios compañeros de partido”.
A pesar de las previsiones, el acto se celebró con total normalidad y a la salida del mismo, se volvió a escenificar el pesebre sin ningún incidente que remarcar. Otra vez a pesar de todo, la democracia volvió a ser la ganadora.