Entrevista a Jose Manuel García Bravo.[Veure 1 comentari]27/03/2007 D. José Manuel García Bravo entre otra formación es Diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad Pompeu Fabra, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, Profesor de Seguridad Privada, habiendo sido miembro de la Guardia Civil durante 17 años, encontrándose en la actualidad retirado por accidente de trabajo. Me sorprende su currícullum, desconocía que en la Guardia Civil existiesen personas con esa formación, pero ¿Cómo termina un ex Guardia Civil metido en política? En cuanto a la formación he de decirle que la Guardia Civil ha cambiado mucho desde sus orígenes y en la actualidad muchos miembros del Cuerpo tienen o cursan estudios universitarios. Por otro lado, inicié esta andadura política básicamente porque una parte de la sociedad catalana estaba siendo excluida, no se la tenía en cuenta a la hora de hacer política. Tener durante 17 años limitados determinados derechos y libertades provoca que uno en un determinado momento intente rebelarse ante el inmovilismo de la Institución, por ello todavía estoy a fecha de hoy afiliado a la Asociación Unificada de Guardias Civiles y por ello formé parte del Consejo Asesor de Personal de la Guardia Civil. Finalizada mi relación laboral y tras entrar en contacto con la Asociación Ciutadans de Catalunya, y sus manifiestos, decidí colaborar con ellos para denunciar y colaborar en lo posible para que una parte de la sociedad catalana pudiera reivindicar unos determinados derechos y libertades que la política actual les vetaba. ¿A qué derechos y libertades se refiere? Básicamente a recibir una educación bilingüe sin que una u otra lengua de las cooficiales sea predominante en la formación que recibes. A dejar de un lado la política identitaria en las que las regiones sean las que tienen derechos por encima de las personas. A que se tenga una visión distorsionada, trasladada por nuestros políticos en Cataluña, de la situación real que se vive en el día a día de los catalanes y por la que se nos recrimina a poco que viajemos por el resto del territorio nacional y hagamos gala de nuestro origen. ¿Pero Vd., no es catalán? Si se refiere a si nací fuera de Catalunya, le diré que sí. Nací en Granada, pero a los dos años mi familia vino a trabajar a esta Comunidad. Me siento catalán y estoy orgulloso de ello aunque en ocasiones cuando viajo me recriminen situaciones que trasladan nuestros políticos desde Cataluña. Mi formación ha sido bilingüe y además estoy “normalizado” ya que obtuve el nivel C de catalán y cursé estudios en una Universidad Catalana. No lo hablo habitualmente ya que la mayoría de personas de mi entorno no lo hacen, pero no tengo ningún problema en hacerlo y además creo que el desarrollo cultural de una persona pasa por el conocimiento de cuantos más idiomas mejor. Cuénteme un poco su andadura por el partido. Pues como le decía empecé a trabajar con la Asociación Ciutadans de Catalunya en febrero de 2006, creé la sectorial de política interior y formé parte del Consejo General hasta la creación del Ciutadans-Partido de la Ciudadanía. Trabajé en el partido en la campaña contra el Estatut y fui elegido por el Comité Ejecutivo y ratificado por el Consejo General como candidato a las elecciones autonómicas del pasado mes de noviembre. En la actualidad soy coordinador de la sectorial de política interior, miembro de la federación que engloba a las sectoriales de este partido y puntualmente asesoro a nuestros diputados en el Parlament de Cataluña. Pues si tuviera que explicárselo a un niño pequeño sería algo así como si te portas bien y comes todo lo que se ponga en la mesa te llevaré al zoo. Y el niño lo hace, pero nunca va al zoo porque el padre no tiene ninguna intención de llevarlo y tan sólo utiliza esa artimaña para que el niño cumpla sus deseos. Hablando en términos de adultos el PSOE fue un azote para el Gobierno del PP y utilizó a la Guardia Civil para hacer oposición. Posteriormente el PSOE introdujo en su programa electoral una serie de propuestas para mejorar la situación de los Guardias Civiles e incluso se pudo ver al hoy Ministro Caldera pidiendo la desmilitarización del Cuerpo en un Congreso de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Esas propuestas concretas eran: - La Ley Disciplinaria de la Guardia Civil suprimirá la sanción de arresto para las infracciones de los guardias civiles relacionadas con la seguridad ciudadana; en ese mismo ámbito, atribuirá en exclusiva al Ministerio del Interior y mandos de la Guardia Civil las competencias sancionadoras y evitará la concurrencia con el Código Penal Militar. - Se regulará el derecho de asociación profesional de los miembros de la Guardia Civil de acuerdo con lo previsto en los artículos 22 y 104.2 de la Constitución, para la representación y promoción de las condiciones profesionales de sus miembros. A fecha hoy ninguna de esas propuestas han sido cumplidas y otras tales como el mando unificado policial únicamente se llevado a cabo por un interés político y de gestión de la información en relación con la tregua de ETA y no para una mayor cooperación y coordinación entre Cuerpos policiales, que esa era su fundamento. En cuanto a las propuestas incumplidas su importancia deriva en que por ejemplo un Guardia Civil puede ser sancionado por llegar tarde al trabajo con un arresto domiciliario, privándolo de su libertad. El Tribunal Europeo de los derechos humanos recientemente ha dictado sentencia en la que expresa que estas situaciones son totalmente ilícitas. Hoy en día las funciones que realiza un Guardia Civil se circunscriben casi en exclusiva al ámbito civil y sin embargo determinadas conductas son castigadas por el Código Penal Militar, más duro y excesivo en sus penas. Que la actuación de estos Guardias Civiles no ha estado bien, es evidente, pero y la mentira, ¿por qué no se sanciona la mentira y el incumplimiento electoral? Estos Guardias Civiles no han tenido más remedio que salir a la calle para que la opinión pública conociese de su situación. El cauce ordinario de protesta y de reivindicación no ha dado sus frutos y por ello han tenido que salir a la calle y no olvidemos que el Defensor del Pueblo está del lado de la Guardia Civil. Muchos años antes tras una manifestación parecida, en tiempos más difíciles, se consiguió que se dotara a la Guardia Civil de una cobertura sanitaria con la que no contaba. La desmilitarización del Cuerpo hoy por hoy es algo que ningún Gobierno se atreve a llevar a cabo y sobre todo cuando el Estado Mayor, en un reciente informe, determina sobre la defensa española que sólo la Guardia Civil está preparada para repeler una agresión exterior. La desmilitarización del Cuerpo y la unificación policial son dos temas que se han de abordar cuanto antes mejor. La existencia de dos cuerpos policiales estatales a día de hoy no se justifica. La duplicación de aparatos administrativos y de servicios limita la operatividad de ambos cuerpos y la ansiada coordinación y cooperación nunca se producirá si no es a través de la unificación. El mando unificado llevado a cabo recientemente, como forma de coordinación y cooperación entre Cuerpos, no ha dado sus frutos y en mi opinión únicamente ha servido para canalizar la información en relación con la tregua de ETA a través de una única voz. No nos debemos olvidar que a la sociedad le da igual el color del uniforme y el carácter civil o militar del Cuerpo al que reclaman ayuda tras un robo, una agresión o una violación. Lo resumiría en una sola palabra, apresurado. En Catalunya no existe vocación entre la población de formar parte de Cuerpos policiales. La presencia de catalanes en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a lo largo de la historia ha sido poco representativa. Los Mossos están teniendo serios problemas para reclutar gente por ello el Conseller Saura incluso ha llegado a plantear la posibilidad de incorporar inmigrantes a este Cuerpo, impartiéndoles cursos de formación previos y sin embargo no ha abierto la posibilidad de que miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado arraigados en Catalunya puedan formar parte de los Mossos mediante un traspaso directo. El conceller renuncia a la experiencia de estos últimos sin que se justifique su actitud. Para un adecuado despliegue que de cobertura a toda la población catalana se necesita un incremento importante de la plantilla de los Mossos y no de 600 como hace poco reclamaba el Conseller Saura. En el programa electoral de Ciutadans en las pasadas elecciones autonómicas ya reclamábamos un contingente que oscilase entre 3000 y 5000 Mossos. Si no se alcanzan estas últimas cifras será muy difícil que puedan dar cobertura con garantías en todo el territorio de la Comunidad. |